Escribir un libro probablemente sea una de las mejores formas para proyectar la marca personal, puesto que supone un desafío en el que ponemos a prueba nuestra paciencia, esfuerzo, disciplina y conocimientos.
No es la única forma para desarrollar nuestra marca propia y posicionarla como referente en nuestra área profesional, pero quizás sea una de las más sólidas. Pienso que es una alternativa que todo profesional debería plantearse seriamente en algún momento de su vida. Y no ha de hacerlo únicamente por motivos profesionales, sino ya desde un punto de vista personal. Quiero decir con esto que escribir un libro plantea una serie de problemáticas que, aunque a muchos les pueden parecer insalvables, a otros que nos hemos animado a superarlas para conseguir nuestras metas, nos ha hecho consolidar muchas lagunas que antes podíamos tener, y desarrollar muchas competencias y habilidades.
Porque el decidirse a escribir un libro, aunque pueda parecer a priori una tarea complicada, no trae sino beneficios una vez que vemos cumplido nuestro propósito. Y no me refiero únicamente a un hipotético beneficio económico resultante de las ventas (muy pocos consiguen vivir escribiendo libros), sino especialmente a la evolución que se 'sufre' durante todo el proceso. Sí es cierto que éste puede ser largo (en mi caso me llevó aproximadamente unos tres meses, simultaneando el libro con seguir escribiendo en este blog) y difícil (ya que exige una disciplina que ha de mantenerse en el tiempo), aunque el aprendizaje final es muy elevado.
Y cuando finalmente se ha escrito el libro y ya se está en plena fase de promoción para darlo a conocer lo máximo posible, uno tiene una gran satisfacción por haberlo hecho. Porque el objetivo ya está conseguido, hemos sido capaces de hacer algo que no todo el mundo está dispuesto a hacer; y ves tu nombre escrito en un libro físico que ya está disponible a la venta, y eso a uno le llena de orgullo.
Y esta satisfacción se ve complementada con el reconocimiento de terceras personas que reconocen el trabajo de fondo que se ha tenido que llevar a cabo para dar a luz ese libro que tantos sudores nos ha llevado. Y si el libro tiene la suficiente calidad reconocida por los lectores, debería ayudar en el largo proceso de obtención de esa reputación que todo profesional busca, y que le permite proyectar su marca personal con una mayor contundencia.
Te animo a escribir tu propio libro. No hace falta que sea un tomo de 400 páginas, eso dependerá del tiempo que tengas disponible y del área temática que quieras desarrollar. Puede ser perfectamente un libro 'pequeño' (el mío, 'Cómo gestionar tu Marca Personal en la Red para encontrar empleo', tiene aproximadamente unas 140 páginas), que puedes publicar en formato papel o incluso electrónico. Lo importante es que, si quieres, empieces a darle forma, y lanzarte cuanto antes sin postergar el proyecto indefinidamente.
Hasta mañana.
2 comentarios:
No solo lo he pensado, !lo he hecho!...
Hola Miguel Ángel
Yo animo a la gente a que no escriba ningún libro hasta que no sepa escribir bien. Se pueden saber muchas cosas pero no saber transmitirlas.
No sabes la cantidad de basura autoeditada (en el fondo y en las formas) que circula por ahí.
Obviamente, no es tu caso.
Un saludo
AFLabor
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