¿Te has encontrado en alguna ocasión con algún CV que hayas tenido que valorar para una posible contratación, y encontrarte con algo indescifrable que apenas se entiende, sin coherencia alguna ni criterio, y en el que te 'desesperas' tratando de adivinar a qué se dedica o qué ha hecho el candidato?. Esos candidatos transmiten una muy mala imagen que no hace sino reducir considerablemente sus posibilidades de encontrar trabajo.
No soy reclutador. Sin embargo, en mi posición de dirección comercial tengo que reclutar con frecuencia personas para mis equipos de televenta y comerciales presenciales. Y para ello, obviamente uno de los principales mecanismos, al menos para tener un resumen genérico e introductorio, es acceder a su CV. Y lo que me encuentro en no pocos casos son documentos caóticos en donde faltan unos mínimos de coherencia que ralentizan mi labor de filtrado y entorpecen el normal desarrollo de la entrevista de trabajo, caso de producirse.
Porque ya no se trata de que los CV's, tal y como los concebimos hoy, estén evolucionando hacia modelos mucho más sociales; se trata de reconocer que, aunque haya muchos (entre los que me incluyo yo) que auguramos un futuro incierto para esos CV's, se han convertido con el paso de los años en el principal mecanismo de selección en los departamentos de RRHH, por lo que aún siguen mostrando una vigencia que no podemos negar.
Por tanto, ha sido precisamente en los últimos días, donde he realizado una batería intensiva de entrevistas para atender las necesidades de crecimiento de mi equipo comercial, cuando me he dado realmente cuenta de la locura que supone a menudo, no ya por no disponer de un único modelo de CV (cosa complicada por otra parte), sino de encontrar incoherencias y carencias absolutamente básicas que convierten la selección en un proceso nada fácil. Y lo es, no por el proceso en sí, sino porque a menudo hay que interpretar y 'suponer' lo que un candidato pretende expresar.
Y ojo, este post y reflexión no pretenden convertirse en un 'cómo hacer un CV atractivo que atraiga la atención de los reclutadores'. Ni mucho menos; para eso tienes multitud de blogs y foros donde estoy seguro que podrás obtener muchas recomendaciones (aunque muchas de ellas a menudo puedan ser contradictorias...).
A lo que me refiero es a algo muchísimo más básico. No estoy hablando de reglas que haya que seguir para tener un CV 'perfecto'. Me refiero simplemente a que se trate de un CV que se entienda, que tenga una coherencia mínima que haga fácil la labor de los reclutadores. Y no porque debamos pensar en su bienestar, sino porque debemos ser conscientes de que son ellos en definitiva los que eligen o rechazan a un candidato; y de entrada, en la mayoría de ocasiones el CV suele ser a menudo el filtro necesario en los departamentos de RRHH.
Por tanto, nada más sencillo que revisar atentamente y hacer una lectura crítica de nuestro CV. O incluso, mucho mejor, entregarlo a una persona para que simplemente lo lea, y nos diga si cumple un mínimo propósito: que se entienda. Sencillo, ¿no?
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Hasta mañana.
Fuente imagen CC: Francisco González
Totalmente de acuerdo. Lo ideal es pedir que alguien te lo revise para tener en cuenta que puntos se nos escapan. Yo lo he hecho encantado para contactos de Linkedin que están en búsqueda activa y me han solicitado enviarme el CV, a pesar de no conocerlos personalmente.
ResponderEliminarSaludos
MAD