Aunque estar o no estar en las redes es una decisión propia, a menudo me da la sensación de que la gran mayoría de personas no son realmente conscientes de las posibles implicaciones futuras que pueden existir en el caso de un uso inadecuado de la Red 2.0, y que les llevan a tomar riesgos no controlados de forma consciente.
No es la primera vez, ni la última, que personajes públicos a los que se les presupone ciertas capacidades más que nada por la posición de poder que ocupan, cometen auténticas 'cagadas virtuales' que se convierten en verdaderas irresponsabilidades en el uso de la Red, y que les provocan por tanto un auténtico impacto negativo sobre su marca personal (que se lo digan a Mariano Rajoy con el asunto de los SMS), e incluso les afecta en lo profesional hasta tal punto que tienen que renunciar a sus cargos.
Pero no me quiero limitar a ese tipo de perfiles, sino a cualquier persona que decida tener una presencia en la Red, y usarla para interactuar con su comunidad. Porque todos ellos, les guste o no, deberían saber desde el principio (más vale prevenir que curar...) que su exposición en la Red es total, y que por lo tanto partimos de la base de que digan lo que digan (a veces sin decir nada) podrán ser analizados y juzgados por cualquiera que vea su perfil y los contenidos que puedan generar.
Sin embargo, esto de la exposición tiene su lado bueno y por supuesto otro mucho más oscuro. El resultado final de nuestra visibilidad en la Red dependerá especialmente del control que podamos tener sobre los contenidos que generamos en cada momento, y de la forma como los transmitimos. El hacerlo correctamente o no influirá decisivamente en la percepción que los demás puedan tener sobre nuestra marca personal, y por tanto influirá en última instancia para poder ser tenido en cuenta (entrar en un proceso de selección, encontrar un empleo, generar oportunidades profesionales, ...).
Por tanto, de lo que hablamos en esencia es que nuestra participación en un 'escaparate' virtual como supone la Red, conlleva un riesgo. Ser consciente de ello no debe limitarnos en nuestra presencia y participación en los foros que deseemos estar, sino asumir que el 'cómo' estemos puede condicionar nuestro futuro mucho más de lo que podamos pensar. De esa manera, la línea que separa un riesgo controlado de otro que no lo es, es la consciencia y el conocimiento de las posibilidades que nos ofrece la Red y de sus posibles repercusiones. Porque tirarse a una piscina vacía no es valiente, sino temerario.
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Hasta mañana.
Fuente imagen CC: Tomas Cuba
2 comentarios:
Buenos días Miguel Angel. ¡Interesantisimo post! No podría estar mas de acuerdo con la idea que defiendes sobre mantener en todo momento en control de tu presencia en las redes sociales. Aunque me desvío sensiblemente del objeto del post, ya que dejas bien claro de entrada que te centras en comentar el adecuado uso de las RRSS cuando uno decide SI participar en ellas, creo que a veces, puede ser incluso mas incorrecto tomar la decisión de NO participar, ya que otros lo harán por ti. Sin duda, la decisión mas acertada, la que planteas, decidir SI participar y hacerlo con una estrategia. Un saludo.
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