miércoles, 22 de enero de 2014

Sobre competencias y actitud 2.0

El equilibrio entre competencias personales y profesionales, y una actitud adecuada, es el que permite marcar diferencias entre una marca personal y otra. Los profesionales que deseen destacar y convertirse en opciones creíbles y confiables, deberían trabajar ambas facetas.


Según la Wikipedia, las competencias son las "capacidades de poner en operación los diferentes conocimientos, habilidades, pensamientos, carácter y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, social y laboral. Las competencias son los conocimientos, habilidades, y destrezas que desarrolla una persona para comprender, transformar y practicar en el mundo en el que vive". Y son esas competencias las que han permitido tradicionalmente a los profesionales el tomar la delantera a su 'competencia', lo que les permite acceder a las oportunidades profesionales que puedan ir surgiendo.

De hecho, si te fijas bien, el CV tradicional es un documento que ha sido creado específicamente para que los profesionales pudieran plasmar sus competencias, de tal manera que los reclutadores tuvieran un mecanismo ágil y cómodo para seleccionar 'rápidamente' al más adecuado entre varias opciones. Ahora bien, ¿qué ocurre en períodos de cambio como en los que nos encontramos, donde la crisis acuciante de empleo provoca que haya una sobreoferta de candidatos con competencias cada vez más similares?. Pues que esas competencias tienden a igualar las propuestas de 'valor' de muchos candidatos, lo que de alguna manera les hace perder gran parte de su valor (y obviamente de su visibilidad frente a reclutadores).

Lo que no es tan igual es la actitud. Es precisamente ésta la que puede marcar una diferencia definitiva que distancie a unos candidatos frente a otros. Es esa actitud la que agregar valor a los profesionales. Sin embargo, obviamente no puede reflejarse en un CV...

Por ello, y es lo que 'predico' a menudo en este blog, los medios sociales aparecen para darnos una oportunidad adicional y, sabiéndolo hacer adecuadamente, posicionarnos con ventaja frente a otros candidatos que pueden tener las mismas (o mayores) competencias que nosotros. Es en esos medios digitales donde cualquiera que quiera, puede proyectar virtualmente su 'actitud 2.0', difundiendo sus competencias y a la vez desarrollándolas.

Porque es necesario encontrar un equilibrio razonable entre competencias y actitud. Las habilidades son necesarias, pero sin una actitud correcta pierden validez. De hecho, los reclutadores suelen huir de personas que no transmiten la suficiente confianza. Y por otra parte, una correcta actitud sin las suficientes competencias, pueden hacer disminuir las oportunidades profesionales. Eso sí, personalmente yo prefiero este último caso, ya que las habilidades siempre pueden aprenderse y desarrollarse, mientas que la actitud a menudo es innata. Es más, considero que la actitud es la clave.

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Hasta mañana.

Fuente imagen CC: Rachel Caiano


2 comentarios:

Hernan Pizarro Fernandez dijo...

Muy bien explicado, todo pasa por la ACTITUD...

PARAFARMACIA ONLINE dijo...

Es tan dificil unir ambas cosas!!!! Aunque no pierdo la esperanza....gracias por tu post