Una marca personal debe (debería) ser auténtica, única y lo más sólida posible. Y estas características innatas que cada persona debe trabajar a conciencia, deben proyectarse al exterior primando la calidad frente a la mera notoriedad y ruido mediático que produce la excesiva proliferación de medios sociales. Ahora bien, ¿cómo es posible hacer un buen trabajo para mantener y difundir una marca genuina, si usamos todas (o la mayoría) de las redes a nuestro alcance?.
Seleccionar los criterios adecuados para elegir los mejores medios sociales no es una cuestión banal. Al contrario, supone la diferencia entre el éxito y el fracaso; de no hacerlo correctamente, corremos el grave riesgo de 'crear' artificialmente una marca personal mediocre sin ningún rasgo distintivo, y convirtiéndola en una commodity igual o similar al resto.
Y esa falta de carácter propio que muestran muchas personas mediante su participación errática en múltiples redes sociales, no hace sino convertirlas en marcas del montón, que no consiguen generar ningún interés hacia ellas. Y el interés suscitado, nos guste o no, no deja de ser un aspecto muy a tener en cuenta, ya que puede hacer que alguien se convierta en la opción finalmente elegida. El caso más evidente es todas aquellas personas que buscan activa o pasivamente un empleo, para lo cual usan como un medio imprescindible a la Red 2.0.
Siempre he pensado que lo raro, lo único, lo exclusivo, lo escaso en definitiva, tiene un valor que lo convierte en algo destacable y deseable por las personas. Parece obvio, aunque esto deberíamos llevarlo al plano del uso habitual que vemos en las redes sociales, para darnos cuenta de la escasez de marcas auténticas y de la abundacia de marcas 'blancas'.
Este no es un manifiesto para dejar de usar las redes. En absoluto. Nos pueden ayudar siempre y cuando seamos conscientes de que sólo un uso razonable nos dará posibilidades para construir una identidad profesional fuerte. De lo que se trata es de intentar tener siempre una perspectiva suficiente que nos permita utilizar juiciosamente las diferentes redes a nuestro alcance, tanto en calidad como en cantidad.
Porque es importante recordar que cuanto más trabajemos la fase de comunicación de nuestra marca personal, y lo hagamos en múltiples medios sociales, ello no hará más que diluir nuestros grandes esfuerzos en demasiados canales, lo que hará que nos olvidemos de la esencia de nuestra marca propia para centrarnos en la mera gestión de dichas redes.
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Hasta mañana.
Fuente imagen CC: Macnolete
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