A menudo dudo de si debería ser mejor usar el término marca profesional o marca personal, cuando nos estamos refiriendo a personas y no a organizaciones empresariales. Sí es cierto que el término marca personal está ya muy extendido y se acepta como algo normal (aunque muy a menudo no se entienda muy bien para qué sirve...). Sin embargo, en mi caso concreto podría hablar a menudo de marca profesional, puesto que mi foco está puesto en la gestión consciente y proactiva de nuestra marca personal con fines básicamente profesionales, es decir, para incrementar nuestras posibilidades de generar mayores oportunidades laborales.
Fuente CC: Andrés Nieto Porras |
No obstante, me parece mucho más adecuado seguir hablando sobre marcas personales, básicamente porque ellas trascienden a lo profesional. Quiero decir con esto que, aunque los valores que proyectemos en distintos canales (off-line y on-line) pueden beneficiar directamente la evolución de nuestra carrera profesional, nuestra marca (o al menos lo que hagamos con ella) permanecerá 'siempre' con nosotros, independientemente de los proyectos profesionales que podamos tener en cada momento. De hecho, considero que una marca personal dura toda una vida, mientras que las empresas por las que pasamos no dejan de ser una circunstancia temporal.
Además, lo que cada uno de nosotros proyecta hacia el exterior (da igual que sea desde un punto de vista más personal y social, como desde el lado profesional), ya sabemos que genera constantemente percepciones a nuestro alrededor. Independientemente de lo que hagamos y cómo lo hagamos, ello provoca sensaciones determinadas en todos aquellos que reciben nuestros mensajes. La forma de transmitirlos y la esencia de nuestros contenidos, será fundamentalmente lo que generará enganche, rechazo o indiferencia hacia nuestra marca.
Por tanto, considero que la esencia de nuestra marca es personal. Lo que nuestra 'persona' transmite es lo que configura los resultados que podemos ir obteniendo con el tiempo. Todo lo que hagamos convierte nuestras acciones en percepciones externas que empiezan a modelar la imagen que los demás tienen sobre nuestra propia marca. E independientemente de dónde nos encontremos en cada momento (empresa, amigos, ...), el rastro 'personal' que hayamos dejado previamente, será el que nos abrirá o cerrará posibilidades futuras.
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Hasta mañana.
2 comentarios:
Algunos opinan que mejor separar la "marca personal" de la "profesional", pero es como compartimentar excesivamente a la persona. Uno "es" en todas sus facetas, y creo que el ser en un área va acorde más o menos con el ser en el otro área. ¡Qué complicado separar constantemente las dos facetas!...
Gracias Ana por tu comentario, me haces pensar. Separar las dos facetas es posible y necesario, al menos bajo mi punto de vista, y especialmente cuando se pretende gestionar nuestra marca profesional. Por supuesto, comparto contigo el que la 'persona' es la esencia de cualquier marca, independientemente del uso que le queramos dar, aunque quizás la diferencia esté en los contenidos y mensajes que creemos; ahí radicará el alcance personal o profesional que queramos dar.
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