Lo esencial no es si un reclutador está en la Red y puede llegar a valorar la presencia activa de un determinado candidato en el que pueda estar interesado, sino si ese candidato es consciente de que tener una presencia sólida en el 2.0 le puede ayudar realmente a marcar una diferencia con respecto al resto.
Fuente CC: Pimkie |
Hace unos días un lector asiduo se preguntaba si todo el esfuerzo que hace en la Red para posicionarse es realmente valorado por los reclutadores, y si llegada la entrevista era conveniente preguntarle al seleccionador si estaba en la Red, es decir, si la usaba como criterio adicional para valorar la adecuación de un candidato a la posición abierta.
Y me pregunto, ¿realmente nos importa algo si, llegado el momento culminante y decisivo de la entrevista, el reclutador está o no en la Red, si la usa para obtener información adicional de un candidato, si se relaciona realmente con candidatos en la Web 2.0, si valora el que el candidato tenga blog, ...? A mí, y disculpas por la contundencia, no me importa lo más mínimo. No quiero decir con esto que no me gustaría; al contrario, todo el rastro digital que pueda dejar un candidato en la Red, y que hable positivamente de su valía profesional, por supuesto que es deseable que pueda ser visto por un reclutador; de eso se trata precisamente, de ganar puntos y diferenciarse para aumentar nuestras opciones de ser contratado. Ahora bien, en el momento que un seleccionador nos llama para un proceso de selección, es irrelevante en ese momento el saber si el reclutador es sensible al 2.0 o no...
¿Y por qué?. Porque creo que es necesario acabar de entender que apostar por nuestra marca personal supone un proyecto sin comienzo ni fin. Esa marca no se crea, puesto que existe siempre; de lo que se trata es de reconducirla conscientemente para que esté alineada con nuestros objetivos profesionales. Y para su gestión correcta desde el punto de vista de la proyección (fase de comunicación), el uso correcto de los canales (entre ellos el 2.0) es el que nos permitirá darnos visibilidad al público objetivo que hayamos definido previamente. Y todo esto viene provocado por la actitud 2.0 que debe mantener constantemente el candidato en busca (o no) de empleo. Se trata en definitiva de tener y mantener una actitud pro-activa donde no se busque el resultado inmediato, sino una apuesta por la mejora en nuestra evolución profesional.
Por tanto, ¿de qué nos serviría saber en el momento de la entrevista, que el reclutador está o no en la Red?. Muchos de ellos estarán y tendrán además una actitud realmente 2.0, mientras que otros usarán la Red simplemente como un mecanismo unidireccional en el que publicar ofertas y esperar que se inscriban cuántos más candidatos de calidad mejor, para así mejorar sus procesos de reclutamiento en tiempo y forma.
En definitiva, de lo que trata esto de la inversión en marca personal para generar oportunidades profesionales, no es tanto de condicionar nuestras acciones tratando de adivinar si los reclutadores las valorarán convenientemente (lo que puede generar dudas y resistencias para iniciar el camino), sino de ser consciente de que se está produciendo una evolución en el reclutamiento 2.0 que posiciona con ventaja a todos candidatos que marquen una diferencia dando visibilidad a su valía profesional.
Hasta mañana.
2 comentarios:
Hola Miguel Ángel,
Llevaba tiempo sin pasarme por aquí, pero ante este post: Ole, ole y ole. Muy claro y además, pragmático.
Saludos
MAD
Hola MAD, gracias por la motivación!. Vuelve cuando quieras
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