Si quieres obtener un resultado inmediato, no estás dispuesto a dar sino sólo a recibir, o sólo buscas tu propio interés, no conseguirás generar relaciones de valor que te acerquen a tus objetivos, ni en redes sociales ni en el mundo off-line.
Fuente CC: Tavos Mata Machado |
He preferido centrar el título de esta entrada en LinkedIn, puesto que es esta red profesional la que mencionaba en 'Un contacto no es lo mismo que una relación'. Y en ese post es donde un visitante anónimo me preguntaba si era posible establecer una relación mediante mensajes personales individualizados.
Al igual que ese conocido slogan de 'empecemos por los principios', me siento en la necesidad de dar dos pasos atrás y comentar algunas cuestiones básicas sobre lo que considero una relación:
- Se trata de generar vínculos a largo plazo. Las colaboraciones en el corto plazo también pueden ser efectivas, aunque la idea es estrechar las relaciones con aquellas personas con las que nos vamos encontrando en el camino, y que nos resultan interesantes para nuestro desarrollo profesional.
- La relación se basa en la existencia de una confianza mutua. Sin ésta no se dará el contacto necesario como para que haya ningún tipo de ganancia.
- Generar relaciones de valor lleva su tiempo, por lo que no se puede acelerar el proceso tomando atajos.
- Teniendo en cuenta que el egocentrismo y la generosidad van de la mano, debemos ser conscientes de que debemos trabajar para que la ganancia sea para todas las partes implicadas.
Partiendo de estas premisas, y volviendo a la pregunta del lector, le diré que para construir y gestionar una relación, no es posible establecer mecanismos de contacto aislados, por muy personalizados que puedan llegar a ser. Hablaría más bien de una estrategia integral en la que, partiendo de un objetivo claro (o incluso, simplemente desde un interés por algo o alguien determinado), podamos establecer un contacto habitual y periódico con aquellas personas en las que estemos interesados. Y para ello, deberíamos comprobar en primer lugar en qué sitios se mueve y cuáles son sus áreas de interés. Esto no es nada complejo, especialmente si hablamos de LinkedIn, donde sólo con ver su perfil público, podemos obtener un montón de información muy útil para su 'seguimiento' posterior.
Y a partir de aquí, disponemos de multitud de vías distintas mediante las cuales podemos empezar a contactar e ir generando poco a poco una relación estable: mensajes personalizados (yo no abusaría de esto; al contrario, debería usarse como un mecanismo previo de conexión inicial, y posteriormente para alguna cuestión puntual, siempre y cuando no tengamos aún la suficiente confianza; de otra manera, puede ser considerado como spam, al percibirse como un medio algo agresivo), foros de preguntas y respuestas, grupos de debate (personalmente los considero como la mejor forma para llegar a interactuar con las personas, ya que usamos nuestro conocimiento para posicionarnos como profesionales de referencia, lo cual deriva en confianza), ...
Ahora bien, esto no acaba aquí; ya sabes que no hay tantas diferencias entre el mundo virtual y el real, por lo que soy de la idea de que, siempre y cuando sea posible, deberíamos llevar nuestros contactos más valiosos desde la transacción virtual hasta el apretón de manos en el mundo presencial. Poner cara y voz a aquellos con los que nos relacionamos en la Red, acelera y consolidad los vínculos que hemos ido haciendo crecer en la Red. Y eso sin duda alguna beneficia nuestra marca personal.
Hasta mañana.
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