Una marca personal debería basar su proyecto en un sueño que la avale y la permita desarrollarse óptimamente. Establecer y concretar esa visión, es probablemente la mejor motivación para ponerse en marcha y construir un proyecto sostenible en el tiempo.
Fuente CC: | TICO | |
Martin Luther King dejó esa frase para la posteridad. Y la retomo aquí para recordar que esto de la marca personal va de sueños. Podemos establecer el objetivo que queremos alcanzar, desarrollar un plan de marca, determinar las herramientas y canales que usaremos para proyectar nuestra marca personal, ...; todo eso es esencial, pero más importante aún es lo que debería iniciar la puesta en marcha de todo ese proyecto, y que debería convertirse en el impulsor y dinamizador de nuestro proyecto de marca.
Es decir, ¿por qué lo hacemos?, ¿cuál es la razón que nos impulsa a trabajar conscientemente en nuestra propia marca?, ¿dónde y cómo nos gustaría vernos de aquí a 10 años?. Estas preguntas no son fáciles de responder, y a menudo nos lleva (mucho) tiempo el encontrar la respuesta adecuada. Incluso es posible que puedan existir varias. Sin embargo, considero imprescindible el que podamos dedicarnos el suficiente tiempo de calidad como para hacernos las preguntas adecuadas y dejar que nuestra mente vaya encontrando y madurando las respuestas.
Yo tengo mi propio sueño, y apostaría a que tú también. No hablo de sueños utópicos (quizás por mi elevado pragmatismo) y probablemente irrealizables, sino de visiones alcanzables en el largo plazo que nos permitan alcanzar el suficiente grado de bienestar para poder desarrollarnos íntegramente como personas. Fíjate que ni siquiera, dada la temática de este blog, hablo de encontrar un empleo o generar las oportunidades profesionales que nos permitan ofrecer valor como profesionales que somos. Esto no será más que uno de los muchos caminos que deberemos recorrer para tratar de alcanzar ese sueño que perseguimos.
Ese sueño es la auténtica energía que mueve nuestro motor de cambio, la motiviación que nos impulsa hacia adelante y que nos permite recordar en todo momento cuál es el propósito de nuestro proyecto. Ahora bien, seguro que son muchos lo que tienen su propio sueño, aunque no basta con tenerlo. Veo necesario el concretarlo lo máximo posible, puesto que de no ser así no será más que una idea vaga y ambigua que permanezca en nuestra mente de forma indefinida, y que no llevemos nunca a la práctica. Y una vez que hayamos conseguido traducir esa visión en palabras, quedará lo más difícil, que es ponernos en marcha. Aunque lo más importante será dar el primer paso, por pequeño que sea, e ir comprobando en el tiempo los resultados en nuestro proyecto de marca personal, que nos permitan continuar en el camino marcado y no cejar en el empeño.
Hasta mañana.
2 comentarios:
Precioso artículo. Y es cierto: la mayoría de las veces, para que un sueño se cumpla hay que trabajar.
Así lo hizo el propio M.L. King.
Hola Myriam. Viniendo de una persona con la categoría humana que tú tienes, es para mí un halago.
Como dicen por ahí, la suerte me llegará cuando me pille trabajando 8:)
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