Ya sabemos que cualquier cosa que hacemos, no sólo es juzgada, sino prejuzgada, lo que origina percepciones que van cimentando, o destruyendo, nuestra marca personal. Nuestra forma de comunicarnos hacia el exterior puede entrenarse de la forma adecuada para tratar de generar percepciones positivas, aunque no por ello deja de ser algo muy difícil, ya que existen factores que dependen no de nosotros, sino de los demás. Y es más, diría que este 'control' de la comunicación de mensajes es aún mucho más difícil en el mundo virtual que en el real.
Fuente CC: Lau Casabo |
En el mundo presencial en el que siempre nos movemos, juzgamos y somos prejuzgados: por nuestra actitud, vestimenta, comportamientos, creencias, ... Y ello a menudo puede generarnos 'manchas' de por vida, difíciles de cambiar puesto que ese juicio inicial se ha convertido en una creencia 'inamovible'. Sin embargo, muchas veces pueden cambiarse con tiempo y paciencia, gracias al contacto presencial en el que las emociones tanto pueden hacer para cambiar las cosas.
Sin embargo, en el mundo virtual que supone Internet, donde las personas, exista relación o no, contactan continuamente para hablar, compartir, hacer negocios, simplemente 'mirar' o incluso sin tener un objetivo claro más allá del conectar por conectar, esta forma de prejuzgar a los demás tiene unas características que lo hacen realmente peligroso para cualquiera de nosotros. Y es que esta virtualidad en las relaciones, esta inmensa facilidad para conectar con personas que no conocemos de nada y saltar a otra con un simple golpe de click, hace que quizás no exista ninguna oportunidad para eliminar esa 'mancha' que pueden habernos dejado algunos con su juicio rápido.
Porque a diferencia del mundo físico, en el virtual quizás no haya una segunda oportunidad. Un vistazo rápido, probablemente incompleto, sobre nuestro perfil, un comentario, una entrada en el blog, un debate, ... puede borrarnos del 'mapa' del que mira.
Esto no puede evitarse. Pero lo que si podemos controlar y dirigir es nuestra presencia en la Red, para que sea lo más efectiva posible, y mediante la cual podamos crear sensaciones de valor sobre nuestra marca personal.
Hasta mañana.
2 comentarios:
Me ha gustado la expresión: "crear sensaciones de valor" Tal vez, cuando no tenemos claro el valor que aportamos a los demás, ni nuestros objetivos personales y profesionales sea cuando actuamos en nuestras interacciones tan descuidadamente.
Hola Paloma. Siempre digo que las sensaciones (y percepciones) las generamos constantemente, tanto en el mundo real como en el más virtual que suponen las redes 2.0.
De lo que se trata precisamente es de tratar de influir sobre las percepciones que generamos. No es una cuestión fácil en absoluto, pero lo que sí está claro es que descuidar nuestras relaciones y 'estar por estar' en las redes, puede generar sensaciones negativas. Y nuestra marca, con los tiempos que corren, no se lo puede permitir.
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