El mercado laboral no está pasando por sus mejores momentos. La escasez de ofertas frente a la sobresaturación de profesionales disponibles, convierte la búsqueda de trabajo en una labor titánica. Sin embargo, nadie niega que sigan existiendo ofertas de empleo, por lo que de lo que se trata es de incrementar las posibilidades de acceder al mayor número de ellas que puedan encajar con nuestro perfil.
Fuente CC: Evan Leeson |
Me explico. Independientemente de que existan personas en paro de larga duración con grandes dificultades para conseguir reincorporarse al mercado laboral, es innegable que existen ofertas de trabajo. Las empresas siguen produciendo y necesitan vender, y para ello surgen oportunidades; bien por nuevas necesidades o para atender la rotación de personal, surgen posiciones que dichas empresas acaban por cubrir bien porque publican la oferta, o bien porque aunque no la hayan publicado en portales de empleo, han encontrado perfiles a través de referencias o incluso por promoción interna.
Ahora bien, ¿de cuántas de estas ofertas nos enteramos?. Según distintos medios, únicamente llegan a publicarse un 20% del total. Y en estas pocas ofertas publicadas, se inscriben masivamente candidatos en búsqueda de empleo, lo cual hace estadísticamente muy complicado un resultado exitoso. Entonces, ¿qué ocurre con el resto de ofertas que no llegan a publicarse nunca?, ¿quiénes optan a ellas?.
Los reclutadores buscan a aquellos candidatos en los que confían, y para ello el conocimiento previo de su perfil personal y profesional se convierte en una baza que genera ciertas garantías. Si tú fueras reclutador, ¿a quién seleccionarías?: ¿a alguien al que ya conoces previamente porque has 'visto' su trabajo?; ¿o por el contrario preferirías publicar una oferta de empleo para recibir cientos de candidatos a los que no conoces en absoluto más allá de su CV?.
Pues bien, de eso se trata precisamente: de optar al mayor número de ofertas posible, no sólo las que vemos en los portales de empleo. Y para ello debemos establecer un compromiso entre la búsqueda en el corto plazo y la inversión en el largo plazo, comprendiendo que la antelación es la mejor arma para encontrar un empleo.
Cuando alguien necesita encontrar un empleo rápidamente, no le queda más remedio que usar todos los mecanismos a su alcance. Aquí, el CV, la inscripción en ofertas, la carta de presentación, ..., se convierten en elementos necesarios y fundamentales para optar a las ofertas existentes (y publicadas...). Sin embargo, de lo que se trata es de apostar por el futuro, anticipándose lo máximo posible, y sembrar ahora para poder recoger en el futuro. Aquí hablo de la marca personal, de todas las acciones que pueden llevarse a cabo no sólo en el mundo off-line, sino aprovecharse de los beneficios del 2.0.
Encontrar un equilibrio adecuado entre ambas posiciones nos ayudará en la búsqueda de un empleo en el corto plazo, pero especialmente nos dará acceso a un mayor número de ofertas laborales, puesto que habremos trabajado en la generación de confianza hacia los reclutadores.
Hasta mañana.
2 comentarios:
Me parece un tema muy interesante respecto a la busqueda a largo plazo, sembrar para recoger, tienes que tener una visión del Mercado y programar la evolución de tus posibilidades de encontrar el empleo. A sembrar se ha dicho...
Gracias 'anónimo' por tu comentario. Trabajar en la generación de oportunidades profesionales (empleo por cuenta ajena, autoempleo, ...) lleva indudablemente tiempo. Y por tanto, cuando antes se empiece a trabajar en ello, mucho mejor.
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