¿Es mejor un blog o las redes sociales para gestionar nuestra marca personal?

En uno de los debates en los que participo en LinkedIn, se trataba un tema muy interesante que se ha desviado a otro que me ha hecho reflexionar. Nuestro tiempo es limitado, y a pesar de que podamos estar dedicando el suficiente tiempo a gestionar nuestro futuro profesional, imaginemos que no tenemos el suficiente tiempo como para mantener tanto nuestro blog como nuestra presencia en redes sociales. Si tuviéramos que elegir sólo una de ellas, ¿con qué nos quedaríamos?. Interesante pregunta y difícil respuesta.

Fuente CC: procsilas

Y digo difícil porque parto de la base de que tanto blog como redes sociales (y profesionales) son herramientas absolutamente complementarias. Con ellas se genera contenido, se difunde, se participa, se interactua, se crea marca, se realizan contactos, ... El blog es como nuestra propia empresa y como tal debemos tratarla para consolidar nuestra marca personal, creando un repositorio lleno de contenidos de calidad a través de los que nos identifican y nos posicionan; y las redes, vehículo canalizador que consigue viralizar nuestros contenidos y compartirlos con personas afines a nuestros intereses personales y profesionales, lo que las convierte en un generador de tráfico esencial hacia nuestra marca, fielmente representada por nuestro blog.

Conozco personas que no tienen blog y que en cambio usan las redes (especialmente LinkedIn) para crear debates que giran alrededor de auténticos posts que generan en esa red, y de los que logran crear muy buenos debates sobre el tema planteado. De hecho, se trata de personas que han logrado crearse una imagen sólida basada en su confiabilidad y en la reputación que se han ido ganando gracias a sus conocimientos que comparten.

Sin embargo, veo un problema a esto, y es que no tienen un sitio específico y único (como podría ser un blog) donde dejar registrados todas sus ideas plasmadas en contenidos; seguir su huella en esa Red puede no ser una tarea fácil, ya que es fácil que pueda quedar diluida entre otras muchas 'huellas', por lo que bajo mi punto de vista se puede perder algo de profundidad.

Además, y como apuntaba uno de las personas que participaban en el debate, un blog propio permanece para 'siempre', ya que somos cada uno de nosotros los últimos responsables de su gestión y mantenimiento, mientras que una red social está sujeta a los vaivenes del mercado y a los gustos cambiantes de sus usuarios, que pueden determinar en un momento dado el cambio de foco o incluso el cierre de la red. Por tanto, no deberíamos dejar en manos externas que nosotros no controlamos, todos nuestros contenidos generados durante tanto tiempo, y la huella digital que tanto nos ha costado crear.

En cualquier caso, blog y/o redes sociales, usados con el objetivo de crear y difundir nuestra identidad profesional a través de los contenidos que seamos capaces de generar, suponen una apuesta una apuesta a largo plazo que exige una dedicación constante, por lo que usar adecuadamente nuestro tiempo disponible a tal actividad, se convierte en fundamental.

Hasta mañana.