Desarrollar nuestra marca personal para generar en el futuro oportunidades profesionales exige esfuerzo, aunque pueda parecer obvio el decirlo. Sin embargo, estamos hablando de un tipo de esfuerzo que requiere una motivación especial, puesto que los resultados, de haberlos, se consiguen en el largo plazo. En esta entrada desarrollo cómo debe orientarse el esfuerzo para conseguir resultados.
Fuente: sabidurias |
Llevo grabado en mi ADN que el esfuerzo es el único mecanismo 'legal' mediante el cual podemos conseguir nuestros resultados. Esta cultura del esfuerzo no tiene nada que ver con los pelotazos o el deseo de obtener resultados inmediatos mediante esfuerzos intensos y puntuales.
Por eso no creo en el esfuerzo alocado, sin tener en mente un propósito u objetivo. Además, tiendo a asociar el esfuerzo más con calidad que con cantidad.
Y por supuesto, el esfuerzo encaminado a conseguir un objetivo concreto, nada tiene que ver con la suerte o la coincidencia. El trabajo continuado permite incrementar las posibilidades de 'crear coincidencias', oportunidades que se nos brinda, o mejor dicho que nosotros hacemos 'aflorar', y que nos acercan un poco más a nuestras metas.
Es por ello que considero que el esfuerzo debe ser:
- Inteligente. No se trata de 'hacer por hacer', llegando al final del día pensando que estamos muy cansados por el trabajo realizado, aunque realmente no hayamos avanzado ni un solo paso hacia la consecución de nuestro objetivo. El partir de un análisis previo (¿cuáles son las metas?, ¿qué quiero conseguir a corto / medio plazo?, ...), permite generar acciones específicas y controladas; es decir, acciones que nos permiten actuar donde, cómo y cuándo nosotros queremos, maximizando las posibilidades de éxito.
- Consciente. El esfuerzo es duro, y por ello debemos hacerlo consciente, comprendiendo que lo estamos haciendo con un objetivo específico, con un 'para qué'.
- Constante. El esfuerzo puntual en la creación de una marca para encontrar empleo, es inútil. Podremos encontrarlo en el corto plazo (con suerte) gracias a una búsqueda intensiva y limitada en el tiempo, pero el crear nuestra propia marca nos llevará mucho tiempo, y para ello sólo cabe hacer un trabajo donde no haya altibajos.
- Planificado. Es imposible mantener nuestro cuerpo y mente al 100% eternamente, por lo que deberemos saber cuándo será necesario incrementar el esfuerzo, y cuando disminuirlo. Cuanto antes podamos hacerlo y anticiparnos, mejor nos irá.
- Útil. Probablemente a pocas personas les guste esforzarse para nada; por tanto, al hacerlo, es imprescindible que seamos conscientes de los frutos que nos va generando, y que sean de utilidad en el camino que estamos recorriendo.
- Equilibrado. Al tratarse de una maratón y no de una carrera de 100 metros, debemos dosificarnos, buscando el equilibrio necesario entre trabajo y descanso. Porque no nos podemos permitir el lujo de caer.
- Anticipado. Uno tiene que esforzarse antes de que sea necesario. Porque cuando lo es, ahí entran las prisas, y ya sabemos que las urgencias nunca son buenas.
Hasta mañana.
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