Fuente: Conanil |
Porque esto es una decisión que, con los tiempos de crisis que corren, va contracorriente, de hecho nadie se la espera; cualquiera consideraría que esa persona está 'loca' o es un 'temerario'. Está claro que puede llegar a ser una decisión chocante, pero lo que está claro es que a menudo está motivada por una situación negativa que hace que la persona se cuestione el seguir trabajando para la misma empresa.
Porque seguro que a muchos de nosotros, en uno u otro momento, se nos ha pasado por la cabeza el abandonar nuestra empresa, considerando que era mucho peor seguir que dejarlo. Y estas ideas se nos pueden ocurrir debido a distintas situaciones:
- No vemos proyección, nos sentimos estancados.
- Llevamos 'demasiado' tiempo en la misma empresa, queremos un reto distinto que nos vuelva a hacer 'hervir' la sangre.
- La relación con nuestro jefe es insostenible.
- La situación financiera de la empresa es muy delicada.
- El futuro de la compañía es incierto.
- Ambiente de trabajo muy negativo.
- No es un trabajo ideal, queremos otra cosa.
- ...
Cualquiera de estas razones hacen que seguir trabajando en la misma empresa se convierta en un auténtico suplicio que hace que no tengamos la suficiente motivación para realizar un buen trabajo. Por tanto, entiendo perfectamente que a alguien se le pueda ocurrir el dejarla, porque siempre será mejor buscarse un futuro mejor que 'padecer' en el presente.
Por supuesto que en cualquier caso se trata de una decisión que cualquiera (bueno, no todos) tomaría por insensata. No obstante, no seré yo quien juzgue o critique el que alguien busque un horizonte mejor.
En cualquier caso, aquél que esté pensando seriamente en dejarlo, debería plantearse antes las siguientes interrogantes, para que la posibilidad de un futuro mejor no se vea ensombrecida por una mala planificación:
- ¿Qué vas a hacer en el futuro, tienes alguna salida prevista (otro trabajo, un período de reciclaje, ...).
- Con lo que vas a hacer una vez que estés fuera, ¿obtendrás un resultado mejor que si no te vas?.
- ¿Tienes cubiertas tus necesidades financieras?, ¿durante cuánto tiempo?.
- ¿Se trata realmente de una situación insostenible, o tiene solución?.
- ¿Es un problema permanente, o una situación temporal?.
- Plantear la situación con el entorno familiar; en caso de marcharse de la empresa, debería existir un consenso (o lo más parecido a ello).
- No tomar decisiones en 'caliente' de las que luego uno se pueda arrepentir posteriormente.
- No dilatar la decisión eternamente.
- Atar todos los cabos con la empresa, de tal manera que la salida sea lo más 'limpia' posible, nunca será bueno salir por las malas.
- Considera la posibilidad de que, si no tienes otro trabajo en mente, puedas estar sin él durante un largo período.
Aún a pesar de haberlo sopesado todo correctamente, es probable que una vez fuera, no se entienda del todo tu decisión. No pasa nada, sigue adelante, es tu decisión y has apostado por tu futuro, y eso cuenta. Aún así, sé coherente con la decisión que has tomado, porque probablemente no haya marcha atrás. Recuerda que lo que realmente buscas es un futuro mejor para ti, por lo que te felicito y te doy mis mejores ánimos.
Hasta mañana.
Hasta mañana.
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