A uno de mis lectores le parece 'obscena' la idea que transmitía en el artículo 'Cómo encontrar empleo en Internet (y no morir en el intento)' publicado en Bloguismo, y que mandé a Menéame.
La idea principal de dicha entrada era transmitir las posibilidades que nos ofrece Internet para crear y evolucionar nuestra marca profesional, generándonos tanto atención como reputación, así como unas ideas básicas que deberían tenerse en cuenta para maximizar las posibilidades de encontrar empleo en la Red.
Pues bien, el comentario que me hizo el lector fue (transcribo textualmente): "A mí me parece obsceno que una persona tenga que hacer todo eso sólo para conseguir un empleo. Se supone que cosas como establecer una "marca profesional" se deberían de adquirir trabajando, y no buscando un empleo. Me parece un artículo muy triste".
La marca personal tiene multitud de definiciones posibles (ver vídeo abajo), y seguramente a cada uno de nosotros se nos ocurrirían otras muy diferentes. Sin embargo, creo que todas ellas tienen un nexo en común, y es que formamos parte de un ecosistema en el que las relaciones entre nosotros son constantes; cuando hacemos algo, ello tiene un reflejo inmediato en alguna otra parte; por tanto, las percepciones externas juegan un papel fundamenta en la marca personal propia.
Por tanto, cualquier cosa que decidamos hacer para evolucionar nuestra identidad profesional y lo promocionemos convenientemente, crea automáticamente una percepción en los demás. De nosotros mismos dependen qué queremos transmitir, a quién y cómo lo queremos hacer; fruto de ello, si la percepción de los demás es buena, eso significa que habremos causado una buena impresión profesional.
¿Y garantiza esto un futuro puesto de trabajo, o incluso cambiar el que ya tenemos?. No. Pero sí nos posiciona de forma diferente, por lo que siempre tendremos mayores y quizá mejores oportunidades profesionales que otras personas que han decidido no cuidar su marca.
Importante también: la marca personal es un proceso constante, que no se construye a impulsos temporales y momentáneos. Deberíamos empezar a trabajar (conscientemente) lo antes posible sobre ella, y no sólo cuando tenemos un empleo, sino especialmente cuando no lo tenemos. ¿Por qué?:
- Tenemos tiempo. Sí, ese bien tan preciado que cuando estamos trabajando no lo tenemos, por lo menos como a nosotros nos gustaría. ¿Por qué no dedicar ese tiempo a formarnos, a reciclarnos, a debatir con profesionales de nuestro sector, ...?; en definitiva, a ir dejando nuestra 'huella'.
- La ya de por sí lamentable situación de encontrarse desempleado, se convierte en una auténtica oportunidad. Sí, oportunidad. Porque nos permite pensar qué queremos hacer realmente en nuestro futuro, saber dónde queremos hacer llegar nuestros pasos, ...
Además, a nadie se le escapa que encontrar un empleo, con la que está cayendo, NO es fácil. Hay mucho candidato y poca oferta laboral. Por tanto, y simplificándolo mucho, podemos:
- Seguirnos quejando de la crisis económica, de que todo está muy mal, de que no hay trabajo, de ...
- Le ponemos remedio, utilizando todas las herramientas necesarias a nuestro alcance para posicionarnos (o reposicionarnos) en el mercado laboral, para lo cual Internet nos ofrece multitud de posibles herramientas para convertir nuestros conocimientos en contenidos, para promocionarnos, para posicionaros frente a terceros, ...
En cualquier caso, hacerlo o no depende únicamente de nosotros, será siempre una decisión personal.
Hasta mañana.
Hasta mañana.
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