lunes, 26 de noviembre de 2012

Mis colaboradores no pueden usar las redes sociales en el trabajo... ¿o sí?

Las redes sociales han irrumpido en nuestras vidas, y cada día las utilizamos con mayor asiduidad, tanto en nuestro entorno personal como profesional. Y es en este último donde surgen los problemas en el mundo empresarial, puesto que las compañías se encuentran actualmente con la incógnita de qué uso les están dando sus empleados. Su principal preocupación es en qué medida afecta este uso a la productividad. Además, ¿tiene algún sentido positivo para la empresa el hecho de que los empleados estén conectados a las redes sociales?, ¿se beneficia la empresa de ello o por otra parte resulta perjudicial?. En esta entrada veremos varios enfoques.


En esta entrada me gustaría separar el uso personal que pueden dar algunas personas a las redes sociales, frente al uso profesional que puede originar grandes beneficios a la organización en la que trabaja. A este tipo de trabajador se le conoce comúnmente como 'co-branded employee' es decir, aquel empleado que se posiciona como referente en una materia concreta en la que es experto, y que difunde sus conocimientos mediante el uso de Internet (redes sociales, blog, ...), lo que provoca, en caso de estar alineado con los objetivos de la compañía, un beneficio para ésta (imagen, venta, promoción, ...). Esto convierte a dichos empleados en auténticos embajadores de la marca de la organización para la que trabajan.

En el artículo de Wall Street Journal Your Employee Is an Online Celebrity. Now What Do You Do?, se habla precisamente de este asunto, éstas son sus principales ideas:

  • Cada vez más profesionales están usando las redes sociales para construir su identidad digital, a partir de su conocimiento y experiencia en su trabajo.
  • Existen empresas que 'animan' a sus empleados a compartir sus experiencias profesionales en entornos on-line.
  • No es fácil para las compañías gestionar estos talentos 2.0; deben responder a preguntas tales como: ¿pueden tuitear en horario laboral?, ¿cuánto vale una presencia en medios sociales?,  ¿quién es el propietario último del blog?, ...

A pesar de los indudables beneficios que tienen estas prácticas, existen todavía numerosas empresas que desconfían de ellas, puesto que tienden a pensar que afectará negativamente a la productividad de sus empleados. Y como muestra un botón, recientemente nos enteramos de que "El Gobierno quiere restringir el uso de Internet entre los funcionarios", limitando su uso únicamente a aquellos puestos donde sea estrictamente necesario, o incluso que "La mitad de las empresas de UK prohiben el uso de redes sociales en el trabajo".

Estas políticas no creo que ayuden en absoluto a evolucionar nuestra Sociedad de la Información; lo que necesitamos NO es imponer restricciones y prohibiciones, sino generar marcos directrices que posibiliten el uso de las redes sociales en el trabajo de una forma efectiva, generando empleados con 'cultura digital', lo que sin duda conseguirá un mejor posicionamiento de nuestra compañía en el futuro.

Por otra parte, dudo mucho que existan medios realmente eficaces para evitar que los empleados estén conectados; ya desde el momento que cuentan con una conexión a Internet y que además pueden hacerlo desde distintos dispositivos para conectarse (tanto profesionales como personales), la labor se convierte en hercúlea. Un estudio reciente de KPMG señala que las organizaciones que restringen el acceso a los medios sociales podrían estar luchando en una batalla perdida de antemano.

Ahora bien, pensemos en positivo, ¿en qué se benefician el 'co-branded employee' y su empresa?:

  • Mejorar la imagen de la compañía, gracias a la reputación 2.0 que pueda tener dicho empleado.
  • Puede servir, siempre y cuando se le haya 'formado' convenientemente, como una extensión del departamento de marketing e incluso atención al cliente.
  • Convierte a la empresa en una organización abierta a su mercado y clientes, transparente y sensible al entorno digital.
  • Mayor motivación para el empleado. Hace lo que le gusta, mejorando su reputación digital y su marca personal, y ayudando a su empresa a mejorar su posicionamiento.
  • Los mensajes emitidos en redes sociales se convierten en virales, expandiendo su cobertura.
  • Se impulsan valores como la confianza y la delegación de responsabilidades.

En cualquier caso, debemos aceptar las nuevas tecnologías y las posibilidades infinitas que nos ofrecen, incluyendo el uso que nos posibilita (tanto personal como profesional), como lo que son realmente, una realidad a la que es inútil oponerse y resistirse, puesto que han llegado y están para quedarse. Por tanto, nos queda eliminar todas las resistencias mentales que aún tienen las empresas, e ir posicionándonos para establecer políticas que ayuden a nuestros empleados a usar eficazmente los entornos on-line (redes sociales, blogs, ...) y sobre todo que su uso esté condicionado por el objetivo que tenga la compañía.

Entiendo que las políticas de CONTROL no ayudan y en muchos casos no son eficaces; muy al contrario, deben servir de canalizador del talento existente en nuestros equipos, detectando aquellos perfiles más 2.0, y orientándoles para que sus mensajes en el uso de redes sociales, ayuden colateralmente a nuestra empresa a tener un mejor posicionamiento.

Reflexión:

  • En tu equipo, ¿existen personas que usen las redes sociales, blogs, ... para posicionarse en una materia específica?, ¿tiene que ver con la actividad de la empresa?, ¿sus mensajes están alineados con los objetivos de la empresa?.


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