Las estadísticas nos dicen que las ventas del libro tradicional se están reduciendo frente al incremento de ebooks (libros electrónicos), debido a los nuevos hábitos del lector que requiere de nuevos formatos e inmediatez en la entrega mediante nuevos canales de distribución. En esta entrada analizo la evolución, poniendo el ejemplo de la librería Lello en Oporto.
Recientemente he pasado unos días recorriendo Portugal, y como destino obligado en la bonita ciudad de Oporto, tenía que visitar la conocida librería Lello.
Recientemente he pasado unos días recorriendo Portugal, y como destino obligado en la bonita ciudad de Oporto, tenía que visitar la conocida librería Lello.
Se trata de una librería con una gran fama a sus espaldas, preciándose de ser una de las librerías más bonitas del mundo, y la verdad es que tiene un encanto indudable.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención no fue su formidable escalera ni los hermosos techos, sino el comprobar la decadencia de un sitio centenario donde la gente acude a visitar el local más por el interés turístico que ofrece (aquí se rodaron escenas de Harry Poter) que por la calidad o abundancia de sus libros. De las numerosas personas que abarrotaban la librería, vi a muy pocos de ellos realizar alguna compra de libros. En mi caso, no me vi lo suficientemente atraído para comprar ninguno de sus libros, por mucho que rebusqué.
Y para enredar aún más esta situación de la falta de interés de las personas por sus libros, en el piso superior hay una zona donde el 'turista' puede comprar jabones o incluso tomarse un café. En otras palabras, me dio la sensación de que la librería estaba más orientada al turista que al lector-comprador de libros.
Sin éxito, he tratado de localizar la web de esta librería, para ver si por lo menos ofrecía un canal 'distinto' de venta de su producto (libro), pero toda búsqueda ha sido infructuosa.
Todo ello me lleva a pensar que Lello no ha sabido adaptarse a los tiempos que vivimos, en los que deberían ofrecer un producto actualizado a los gustos y preferencias de los consumidores de hoy, que buscan valores diferenciales en su experiencia de compra, tales como inmediatez, distintos formatos y diferentes canales de distribución.
Les tendremos que recordar que la tendencia actual del consumidor es comprar más ebooks que libros tradicionales(yo aún me resisto...).
Por ello, y a no ser que los propietarios tengan en mente el convertir a Lello en un museo 'bonito' y cobrar por la entrada, deberían actualizarse y conseguir adaptar su producto a los nuevos tiempos.
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