La experiencia es siempre algo que nos permite mejorar nuestro presente y posibilitarnos el tener un futuro mejor, y por supuesto nos evita el tropezar dos veces en la misma piedra.
Hace no demasiado tiempo muchos de nosotros sufrimos los efectos devastadores de la burbuja.com, donde muchas empresas tenían infladas sus expectativas de negocio, basadas fundamentalmente en páginas vistas y demás cuestiones 'virtuales', muy alejadas de lo que siempre hemos considerado el 'mundo real'.
Muy recientemente, bancos de inversión y sociedades de capital riesgo han inyectado una gran inversión de fondos en redes sociales como Facebook y Twitter, llegando a valorar a estas empresas 25 veces por encima de su facturación (otras empresas menos 'virtuales' y más de 'ladrillo', como es el caso de Telefónica, apenas multiplican por tres su facturación).
Como toda inversión, es obvio que se busca el obtener una rentabilidad mucho mayor, y en este caso se hace debido a las enormes expectativas que tienen estas redes sociales. En el caso de Facebook, hablamos de 500 millones de usuarios, cifra que va en aumento día a día. Y éste tráfico permite monetizar este valor mediante publicidad fundamentalmente.
¿Y qué hay de diferente con respecto a lo que sucedió en la anterior burbuja?. Aparte del aprendizaje de los errores pasados que debería haber calado para no volver a confundirse, no encuentro nada más.
Espero confundirme.
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